


Hoy hacemos un puf para niños relleno de porexpan. Realmente, es para todas las edades, ¡siempre que te puedas levantar después! Moderno, cómodo y chulísimo.
Quizá de paso podamos obrar algún milagro y conseguir que nuestros peques hiperactivos se queden sentados más de treinta segundos seguidos. Además de quedar ideal en el salón o en el dormitorio, puede dar un toque muy chill out a cualquier espacio. Busca entre nuestras telas alguna que combine a la perfección con la decoración de casa, ya verás como encuentras algo que te sirva. Recuerda que ellos son bajitos y están muy cerca del suelo, pero que a ti te costará más levantarte que sentarte ;)
Pero si nuestra Laura puede, con lo embarazadísima que la tenemos ya, seguro que tú también.
El puf consta de dos fundas diferentes: una interior para las bolitas de porexpan y otra exterior con cremallera, para que puedas lavarla. Piensa que va a estar por los suelos todo el rato, así que es necesario hacerlo de esta manera.
¡A divertirnos con este puf para niños! ¡A toda máquina!
¡Y así es como se monta una buena fiesta del porexpan! ;)
Bolitas aparte, ya has visto lo fácil que es. Ojo cuando te pongas con la cremallera, no te vayas a hacer un lío con tanta tela. Fíjate bien en cómo lo hace Laura y ya sabes, poquito a poco. También te será de mucha ayuda el pegamento textil cuando cierres la funda interior después de haberla rellenado con las bolitas de porexpan. Puedes hacerlo con alfileres, pero cuidado con las bolitas que están vivas y se salen a la mínima.