Dicen que esto de la costura creativa es una moda…
En un mundo demasiado uniforme, donde la mayor parte de las cosas que nos rodean han sido hechas por grandes cadenas y empresas desalmadas que instalan sus sedes en países azotados por la pobreza (y no hace falta decir por qué lo hacen), cosas como el DIY y la costura creativa no nos parecen sencillamente una moda, sino una reacción lógica.
Esto pasa con muchas otras cosas, como con la alimentación. Parece que la preocupación por comer sano también se ha convertido en moda últimamente. Pero también es una consecuencia de la comida industrial y de la gran cantidad de químicos y alimentos de pésima calidad que llenan las estanterías del supermercado. Con la ropa, los complementos y todas esas cosas con alma que nos encanta ver y hacer en Lulú Ferris, ocurre exactamente lo mismo. Antes de la hiperindustrialización, antes de que las tiendas rebosaran de prendas exactamente iguales entre sí, todos los hogares eran pequeños templos de artesanía llenos de cosas con alma.
Pero en sólo una o dos generaciones, eso se perdió casi por completo. Hasta que volvimos a ponernos frente a las máquinas para reivindicar que ese era el tipo de cosas que queríamos para nosotras y nuestros hijos.
La costura creativa es mucho más que un hobby.
Obviamente, nosotras utilizamos el ejemplo de la costura creativa porque es el campo donde ha crecido y se ha desarrollado más nuestro amor por las cosas bonitas, pero hay muchas otras formas de artesanía capaces de devolver parte de su alma al mundo. Un alma que va siendo más visible a base de imprimir en todo lo que hacemos un poquito de la nuestra.
Amamos las cosas con alma, las cosas bonitas de verdad, las que son más que cosas. Para muchas chicas jóvenes, coser se ha convertido en un hobby (y eso es estupendo), una forma placentera y satisfactoria de ocupar nuestro tiempo libre. Pero a todas las que adoráis el diy y las cosas con alma que salen de vuestras manitas, queremos deciros una cosa: lo que hacéis es mucho más grande de lo que pensáis.
Y por eso queremos pediros que lo sigáis haciendo, que animéis a más gente a que lo haga y que no dejéis nunca de crear y de expresar. Aunque no todo el mundo sea capaz de verlo, lo que hacéis nos hace un poquito más libres para elegir y nos abre de nuevo esa puerta hacia un mundo un poco menos gris.
Desde el Club Lulú, desde nuestro canal de Youtube, desde cualquiera de los miles de blogs que llenan la red de alternativas, te pedimos que sigas siendo creadora. Que sigas siendo libre.
Es exactamente lo que pensamos hacer nosotras.
me encanta!!
¡Muchas gracias, Sara! Eso es que eres de las nuestras ;) Esperamos verte por aquí.
¡Un abrazo!